medicina y salud

miércoles, 1 de julio de 2015

COMO CUIDAR TU SILUETAS DESPÚES DE UNA LIPOASPIRACCION.



Cómo cuidar tu silueta tras una lipoescultura?

Por fin tienes el cuerpo por el que tanto has luchado. Después de tantos años, has conseguido encontrar la silueta perfecta y te sientes muy a gusto con tu nuevo cuerpo. La ropa ahora te sienta mucho mejor. De hecho, has tenido que renovar tu armario, pues has bajado alguna talla. Te sientes muy segura de ti misma y tu autoestima ha mejorado. Ya no escondes tus curvas bajo esa ropa ancha, sino que prefieres utilizar ropa estrecha, vestidos y faldas cortas. No podrías estar más contenta. Te has hecho una lipoescultura y ha salido todo bien.
Sin embargo, no pienses que ya está todo hecho. Es cierto que ahora tienes una silueta envidiable y utilizas la talla que siempre has querido, pero tiene que tener cuidado para mantenerte en esta línea. Debes mantener unos hábitos saludables y un estilo de vida correcto. Por este motivo, no solo queremos ayudarte a conseguir ese cuerpo perfecto con el que siempre has soñado, sino que además, queremos aconsejarte para que lo mantengas. Sigue leyendo para ver los mejores consejos para cuidar tu silueta tras una lipoescultura en tu centro de cirugía estética favorito en Lima.
Cambia tu relación con la comida
¿Te has planteado alguna vez tu relación con la comida? La mayoría de personas que intentan perder peso tienen una relación de amor odio con la comida. Algunos se obsesionan con el consumo de grasas, otros dejan de consumir carbohidratos y otros lo pasan muy mal para privarse de tus tan deseados dulces. La clave para una alimentación saludable es la moderación. Olvídate de las dietas por un momento. Seguramente, ya has probado todo tipo de programas para adelgazar antes de acudir a la clínica de cirugía plástica. Ya has visto que esas dietas milagrosas no sirven para nada.  Para encontrar tu dieta ideal, debes conocer las claves de una nutrición adecuada y equilibrada para poder mantener un peso saludable.
Realiza un mínimo de tres comidas principales todos los días. Te ayudará a mantener tu cuerpo bien nutrido y eliminará antojos innecesarios.
Siempre que puedas, cocina en casa. La comida casera te permitirá administrar las porciones de comida, elegir los ingredientes y asegurarte de que no hay aditivos innecesarios que atenten contra tu salud.
Introduce más frutas y verduras en tu dieta. No tiene por qué ser siempre una ensalada. Puedes optar por verduras al vapor o salteadas, con las especias que prefieras. Hay miles de recetas y seguro que encuentras las que más te gusten.
Busca alternativas bajas en calorías de tus comidas favoritas. Hay que ser conscientes de todas las opciones que tenemos en cuanto a alimentos. Utiliza leche desnatada en vez de entera, prepárate tus propias patatas y hornea tus comidas en vez de freírlas.
Planea snacks saludables como yogures, frutas, nueces o vegetales. Poco a poco, deshazte de toda la comida basura que has estado comiendo. Sin que te des cuenta, comerte una pieza de fruta como merienda será totalmente natural para ti.
Para tener un cuerpo perfecto, mantente activo
Si estás acostumbrado a un estilo de vida sedentario, puede que te cueste mucho al principio. La mayoría de personas encuentran cualquier excusa para no realizar ningún tipo de ejercicio. El comienzo puede ser desalentador y hacer que te rindas en seguida. Por eso, debes empezar despacio, pero seguro. Piensa en dar pequeños pasos. No tienes que seguir una rutina de ejercicios rigurosa cada día.
Puedes comenzar dedicando solo 20 minutos diariamente. Piensa en las opciones que utiliza la gente a tu alrededor para mantenerse activa y qué es lo que no interrumpe drásticamente tu horario.
Pregúntate qué tipo de ejercicio te gustaría. Correr puede ser una excelente opción, no requiere ningún tipo de equipamiento caro. Solo tienes que salir y obtener un poco de aire fresco. Otra opción muy popular hoy en día es el yoga, que te permitirá combinar la meditación mientras que haces ejercicio.
Céntrate en la parte divertida en vez de en la difícil. Si encuentras un ejercicio con el que disfrutes realmente, te ayudará a adquirir un compromiso a largo plazo. También te facilitará no ponerte ninguna excusa para saltarte la actividad o renunciar fácilmente.
Cuando ya tengas el hábito creado, puedes aumentar paulatinamente la intensidad de tu entrenamiento. Puedes prolongar la duración del entrenamiento o añadir ejercicios con peso corporal. Así también evitarás estancarte con tu rutina y caer en el aburrimiento. Asegúrate de que el cambio es progresivo para acondicionar adecuadamente tu cuerpo y evitar lesiones.
Finalmente, tienes la opción de incorporar más actividad física a tus tareas diarias. En vez de ir con coche a hacer un recado, ¿no podrías ir andando? Si has estado sentado todo el día en tu oficina, puedes estirar o caminar 5 minutos en tus descansos. Ves por las escaleras en vez de subir en ascensor. Cualquier ejercicio simple que puedas incorporar a tus tareas cotidianas se sumará a tu objetivo de mantener ese cuerpo perfecto tras tu intervención de cirugía estética.
Cultiva hábitos saludables
A medida que cambia lentamente tu estilo de vida, lo mejor que puedes hacer es eliminar esos hábitos poco saludables que te limitan a encontrar la mejor versión de ti mismo. Puede no ser fácil al principio, pero si sigues con él, al final formará parte de tu día a día. Si mantienes un hábito durante tres semanas, ya se convertirá un hábito común para ti. Piensa que así evitarás tener que realizar otro tratamiento cosmético de cirugía estética en Lima como la lipoescultura.
Mantente alejado de la comida rápida y de la comida basura. No tiene que ser algo abrupto. Cada vez que sientas un antojo, recuerda cuántas calorías, sodio, grasa, azúcar y demás conservantes que se incorporan a este tipo de comida. Esto te hará elegir alimentos más saludables.
Evita comer emocionalmente. Mucha gente se lleva comida a la boca en momentos de estrés. Trata de canalizar tu energía en algo más productivo y que sea igual o más eficaz para relajarte y sin los remordimientos posteriores. Sal a caminar, relájate con un baño caliente, practica yoga o llena tu nevera de frutas.
No te saltes el desayuno. El desayuno es una de las comidas más importantes del día. Algunas personas piensan que podrán adelgazar si se saltan el desayuno. Solo incrementará las posibilidades de que acabes cogiendo algún bocadillo o snack.
Pasa de la soda y bebe más agua en su lugar. Los refrescos son altos en calorías y azúcar. Bebe por lo menos 8 vasos diarios de agua para asegurarte una correcta hidratación y una desintoxicación adecuada. Para asegurarte de cumplirlo, ten siempre una botella de agua en tu mesita de noche, en la cocina o en la mesa de tu oficina.
Descansa y duerme lo suficiente. Además de dar a tu cuerpo tiempo para reposar y abastecerse de combustible, el sueño es esencial para controlar tu peso y evitar un desequilibrio hormonal. La cantidad de sueño afecta a las hormonas asociadas al apetito. La falta conduce a altos niveles de grelina, una hormona que estimula el apetito, y disminuye la leptina, la que lo suprime.

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