medicina y salud

sábado, 18 de julio de 2015

Cicatrización

Problemas de Cicatrización
Se ve con mucha frecuencia que durante la primera consulta, el paciente comente “doctor cicatrizo mal”, en muchos casos se trata de cicatrices normales posiblemente algo ensanchadas, debido generalmente a una inadecuada técnica de sutura o localizadas en una zona de tensión.
Las cicatrices son producto de la remodelación de los tejidos alrededor de los márgenes de la herida con la intención repararla. Cuando por diversas causas esa remodelación sufre alteraciones, pueden ocurrir fenómenos de cicatrización anormal.
Existen 3 tipos de alteraciones en la reparación de heridas: cicatrices queloideas, hipertróficas y atróficas.
Las cicatrices queloides son causadas por la aparición de excesivo tejido fibroso de reparación tras una lesión cutánea tal como una herida quirúrgica o accidental, una quemadura, un piercing, o incluso una lesión mínima de la piel.
El queloide asienta sobre una cicatriz previa y crece mucho más allá de los márgenes de la herida invadiendo a la piel sana circundante, adquiriendo la característica de un verdadero tumor benigno.
Se desconoce la causa pero existen algunos factores que predispone:
Factores genéticos y hereditarios.
Factores raciales: Son más frecuentes en la raza negra.
Localización: Zonas del cuerpo más propensas son el tercio superior del tronco (escote, parte alta de la espalda y hombro) y lóbulos auriculares.
Tipo de Herida: heridas accidentales con pérdida de tejido y no suturadas, cicatrices de quemaduras de 2 y 3 grados.
El tratamiento consiste en tratar de prevenir su aparición, en los casos en que está formado tratarlo y buscar la forma de corregirlo, en mucho casos se tienen que combinar tratamientos y no siempre puede se logra eliminar su formación.
Las cicatrices hipertróficas, si bien tienen un crecimiento redundante, no llegan a sobrepasar los bordes de la herida, y ésta es la principal diferencia con las cicatrices queloides. También son rojas, pruriginosas y/o dolorosas. En el transcurso de meses tienden a reducir su tamaño junto con las molestias y responden bien al tratamiento. Se localizan frecuentemente en zonas donde la herida se ha cerrado a tensión.
Las cicatrices atróficas tienen, por el contrario, carencia de tejido de reparación. Son deprimidas, delgadas y pálidas. Resultan ser más anchas que la herida original. La fina piel que la cubre tiende a replegarse sobre ellas, son frecuentes en rodillas y codos, o tras un proceso inflamatorio como el acné o la varicela.
La mayoría de los pacientes cicatrizan adecuadamente, sin embargo es importante conocer que las cicatrices pasaran por distintos periodos hasta alcanzar su forma, textura y color definitivos.

Esos pacientes que acuden a la consulta preocupados por su “mala” cicatrización, generalmente se debe a que la herida inicial está localizada en una zona de tensión o de riesgo y que la técnica utilizada para suturarla no haya sido la adecuada en su momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario